LA semana antepasada mientras
estábamos en clase de
cerámica vimos pasar a un animal peludo,
después de seguirlo al
árbol mas cercano nos percatamos que era un, muy bonito, tlacuache,
así que no pude dejar ir la oportunidad de tomarle una foto a tan mocoso animal ( y es que estaba escurriendo sus mocos, al parecer la
influenza no perdona a nadie).
Al llegar a mi casa mi jefa
descubrió que en nuestro patio y escondido entre unas bolsas, se encontraba un sapo de tamaño miniatura.
Con
cámara en
mano decidí mostrarlo
aquí para que vean que no me junto con
cualquier animal.
En fin un buen
día para querer ser
Dr.
Dolittle o como se escriba.


Un dia muy animal.